Marga non pode durmir, ten a cabeza chea de preocupacións e necesita relaxarse, vive nunha casa a poucos metros da praia, decide levantarse e ir a dar un paseo.
Vai andando e entra na praia, a noite é clara e o ceo está estrelado, ela nota o aire fresco, séntase á beira do mar, e queda meditando, mentras escoita as ondas do mar, ve que a lúa emite unha luz brillante, e logo mira o ceo.
Alí bota polo menos unha hora meditando e relaxándose, pasada esa hora, Marga síntese relaxada e tranquila, levántase e volve camiñando pola praia ata que chega a súa casa, entra na súa habitación, métese na cama, quédase profundamente durmida, e non desperta ata o día seguinte.
FIN
Marga no puede dormir, tiene la cabeza llena de preocupaciones y necesita relajarse, vive en una casa a pocos metros de la playa, decide levantarse y ir a dar un paseo.
Va andando y entra en la playa, la noche es clara y el cielo está estrellado, ella nota el aire fresco, se sienta a la orilla del mar, y queda meditando, mientras escucha las olas del mar, ve que la luna emite una luz brillante, y después mira al cielo.
Allí hecha por lo menos una hora meditando y relajándose, pasada esa hora, Marga se siente relajada y tranquila, se levanta y vuelve caminando por la playa hasta que llega a su casa, entra en su habitación, se mete en la cama, se queda profundamente dormida, y no despierta hasta el día siguiente.
FIN
Hola, Ánxela.
ResponderEliminarAcabo de darme cuenta de que mi comentario no se publicó. No me acuerdo de todo lo que escribí, pero comento de nuevo.
Vivir cerca de la playa es maravilloso. Yo estoy cerca, aunque no tanto como Marga, y pasear por ella para despejar la mente y conseguir relajación es una de las experiencias más satisfactorias.
Debe ser una delicia vivir a pie de playa, como esta chica. Seguro que me pasearía todas las noches antes de irme al catre.
Un micro muy sensitivo. Felicidades y gracias por traerlo al VadeReto.
Un Abrazo.
Muchas gracias.
EliminarLa playa tiene ese encanto, el susurro del mar, sobre todo en la noche te relaja, sin dudas ella durmió profundamente después de esa visita a la playa, saludos, buen relato.
ResponderEliminarPATRICIA F.
Muchas gracias por comentar.
EliminarTener la playa cerca te permite disfrutar a menudo de ella y tiene ese efecto relajante. Un abrazo!
ResponderEliminarGracias por comentar.
Eliminar¡Hola! No se me ocurre como sería vivir justo al lado del mar, no es mi escenario favorito, pero sí que entiendo que mirar el océano al anochecer, fijarse en el horizonte, motiva mucho y ayuda a reflexionar.
ResponderEliminarSaludos.
AlmaLeonor_LP
Gracias por comentar.
EliminarPues muy simple y barato el meditar mirando la luna, el cielo y el mar.
ResponderEliminarDonde yo vivo sólo hay horizonte de secano, pero es casa. A cada cual nos gusta lo que hemos vivido desde siempre.
Me gusta el sonido del mar, pero la playa, si puedo. Jamás en verano.
Visca les diferents llengües de la nostra terra.
(Viva las lenguas de nuestra tierra)
P.D.: Lo entendí en gallego perfectamente y lego me di cuenta que lo tradujiste.
Yo tampoco vivo en la costa, pero me lo he imaginado. La playa tampoco me gusta. Gracias por comentar.
EliminarMe veo a mí mismo saliendo a la inmensidad de la noche y dedicándome a meditar relajadamente mientras respiro el mar en esa playa. El frescor del aire y la compañía plateada de la luna son inspiradores.
ResponderEliminarFelicidades por tu aportación.
Muchas gracias, bonito comentario.
EliminarUna salida que la cubre de relajación. Buen aporte Anxela. Un abrazo
ResponderEliminarNo sé porqué salió el comentario como anónimo 🤦😘
ResponderEliminarGracias por tu comentario.
EliminarHola, Ángela, la mejor meditación que existe, junto al mar, no me extraña que la protagonista de tu relato se quedara dormida enseguida. El mar es tranquilizador.
ResponderEliminarUn abrazo. 🤗
Gracias por comentar.
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